Las mujeres en la construcción de la nueva normalidad laboral.
Si alguien nos hubiera dicho hace más de un año que nuestras vidas cambiarían radicalmente en todos los aspectos e incluso la dinámica laboral se transformaría radicalmente, es probable que muchas personas no lo hubieran creído. Y es que la pandemia de Covid-19 llegó a replantear todo aquello que suponíamos saber.
Por supuesto, la dinámica laboral no fue la excepción en esta etapa de transformación. Por un lado, fue necesario acelerar la adaptación a las herramientas y recursos digitales para mantener las actividades en muchas empresas; por otro, la pérdida de empleos y la incertidumbre hizo más visibles las brechas de desigualdad.
La construcción del camino hacia la nueva normalidad no será fácil, pues requerirá de muchos esfuerzos, decisiones y adaptaciones para la realidad que nos tocará enfrentar y que aún no conocemos. Y en este proceso de construcción, la participación femenina es fundamental.
Y entre los retos que es necesario hacer frente para crear una nueva normalidad, sin los problemas de la vieja desigualdad, son:
- Eliminar los roles de género en el plano personal que impactan en el plano profesional.
La contingencia sanitaria provocó que la mayoría de las mujeres que trabajan desde casa tengan que combinar sus actividades laborales con el cuidado de la familia, la crianza de los hijos, las labores domésticas, entre otras tareas que, debido a los estereotipos y roles de género, se asignan prioritariamente a las mujeres.
Esto llevó a que miles de mujeres tuvieran hicieran una pausa en su carrera para realizar actividades familiares y del hogar. En este contexto, es necesario que desde todos los ámbitos se promueva la repartición equitativa de actividades para que ellas no se ven obligadas a dejar su trabajo por falta de tiempo.
- Erradicar la discriminación laboral por género para impulsar la igualdad.
Según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo, durante la pandemia las mujeres han tenido un 19% más de probabilidades de perder su empleo que los hombres. Esto se debe a que las mujeres eran ya uno de los sectores más vulnerables en el mercado laboral por la discriminación que enfrentan.
En la nueva normalidad, se deben sumar esfuerzos de todos los sectores para brindar igualdad de oportunidades dentro de las organizaciones. Es necesario erradicar el pensamiento de que la mujer es menos productiva, menos capaz o que su papel de esposa o madre interfiere con sus capacidades laborales.
- La exclusión y la desigualdad no pueden ser parte del actuar cotidiano de la empresa.
Un estudio de la ONU indica que, debido a la pandemia, 96 millones de personas podrían caer en la pobreza extrema, de las cuales la mayoría son mujeres en edad productiva. Se estima que habrá 118 mujeres en esta situación por cada 100 hombres.
La brecha salarial debido al género es una de las causas de estas cifras, y una realidad que se debe atender. A nivel mundial se estima que ellas reciben sólo el 84% del salario que percibe un hombre por realizar las mismas actividades. Es por ello que las organizaciones deben colaborar para reducir estas desigualdades.
La nueva normalidad laboral requiere de empresas comprometidas con el cambio social y profesionales que se sumen a las causas para transformar la realidad actual. Las mujeres deben ser pilar de esta nueva etapa de la vida, pero en igualdad de oportunidades y condiciones para fortalecer a todos los sectores productivos.
Fuentes:
https://www.ilo.org/mexico/noticias/WCMS_757501/lang–es/index.htm
https://www.unwomen.org/es/news/stories/2020/9/feature-covid-19-economic-impacts-on-women
https://www.forbes.com.mx/mujeres-a-bordo-para-disenar-la-nueva-normalidad/
