Neuromarketing, un “decodificador” para potencializar el comercio online.

Neuromarketing, un “decodificador” para potencializar el comercio online.

Esta ciencia ayuda a generar impactos inmediatos, en respuesta a los 50 milisegundos que el cerebro requiere para determinar si una página web le interesa o no.

En la guerra y en el amor, todos se vale, o al menos eso dicen. Lo cierto es que esa frase parece que aplica perfectamente para el marketing, sobre todo cuando se trata del neuromarketing, que se destaca por ser una ciencia que ayuda al posicionamiento del comercio online, ya que el 95% de las decisiones relacionadas con las compras que se toman diariamente son subconscientes o no racionales, de acuerdo con Gerald Zaltman, profesor emérito de Administración de Empresas de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard.

 

De entrada, el neuromarketing se caracteriza por estudiar cómo reacciona el cerebro ante estímulos publicitarios, al grado de casi leer la mente de los consumidores.

 

En palabras de Peter Drucker, quien fue considerado un visionario en neuromarketing y el padre de la administración moderna, esta ciencia tiene “el objetivo principal de decodificar los procesos que forman parte de la mente del consumidor, de manera que podamos descubrir sus deseos, ambiciones y causas que no vemos en sus opciones de compra. De esta forma podremos darles lo que necesitan”.

 

Es por ello que el marketing tiene que centrarse en generar impactos inmediatos que se basen en las emociones e instinto, ya que el cerebro sólo requiere de 50 milisegundos para generar el criterio de una página web.

 

Adicional, actualmente la comercialización online va de la mano con dos aspectos importantes:

 

    1. Las publicaciones que se hacen en redes sociales, para las cuales no sólo hay que centrarse en el diseño, sino también el contenido; éste tiene que ser claro y conciso y con un tono amigable, haciendo entender por qué se necesita determinado producto y por qué el tuyo es la mejor opción, por encima de las demás.
    2. La presentación del producto tiene que ser impecable, sobre todo porque ahora la mayoría de los consumidores le da importancia a cómo recibe el mismo; en parte, esto se debe a que las personas quieren tener garantía de que recibirán artículos en buen estado, tal cual lo visualizaron e incluso idealizaron.
    3. Enfatizar los valores de la empresa, pero, sobre todo, qué quiere transmitir a través de su marca, ya que así se genera una verdadera conexión con las personas, quienes, hay que recordar, que igual están comprando esos valores y sentimientos.

 

En resumen, tiene que haber congruencia en el estímulo y discurso publicitario, ya que ambos tienen que encaminarse en recordar que los consumidores son seres humanos que ya no sólo buscan comprar por necesidad, sino porque reciben impactos que activan sus emociones.

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