“Fatiga de Zoom”, el efecto de las excesivas videollamadas en el teletrabajo.

“Fatiga de Zoom”, el efecto de las excesivas videollamadas en el teletrabajo.

La falta de lenguaje corporal y la presión a la “evaluación de los compañeros son dos de las incomodidades que se pueden presentar, de acuerdo con estudio de la universidad de Stanford.

El cambio es inevitable, es parte esencial del desarrollo. En el caso de la comunicación, siguió la línea que la tecnología venía estableciendo; sin embargo, este proceso se aceleró considerablemente con la pandemia, al migrar totalmente a la comunicación digital.

 

 Ahora, lo habitual son las juntas o reuniones mediante plataformas como Zoom, Google Hangouts y Skype, por mencionar, que implican un estrés adicional porque se vive la bautizada “fatiga de Zoom”, de acuerdo con un estudio de la universidad de Stanford.

    • Se imposibilita el lenguaje corporal, de modo que hay ambigüedad.
    • Exposición a ser “evaluados” por los compañeros.
    • Exposición a la autoevaluación, sobre todo en el caso de las mujeres.
    • Esfuerzo extra para comunicar “correctamente” o con fluidez, con el objeto de sustituir la falta de cercanía física.

 

Por otra parte, los inconvenientes como la resolución de imagen o las fallas técnicas son otros factores que influyen en la “fatiga de Zoom”, ya que las personas pueden sentir frustración.

 

El profesor de la escuela de negocios Insead, especializado en comportamiento de las organizaciones, Gianpiero Petriglieri, coincide con los resultados del estudio de Stanford, al indicar que “en comparación a una charla cara a cara, una videollamadademanda mayor atenciónen las expresiones faciales, el tono de voz y el lenguaje corporal. Todo esto exige ungasto extra de energía, ya que hay una situación antinatural: nuestras mentes están conectadas, pero nuestros cuerpos están distanciados y por eso nos sentimos exhaustos después de una conversación virtual”.

 

Disonancia cognitiva

 

Para el doctor de la Facultad de Psicología de la Universidad East London, Paul Penn, una manera más sencilla de entenderla (a la “fatiga de Zoom”) es comparándola con la disonancia cognitiva, que define al estrés generado cuando lo que se ve y cree no concuerda. En el caso de las videollamadas, anteriormente eran vistas como una herramienta más para comunicar y socializar, pero ahora son parte de la rutina, de modo que la concepción que se tenía y ahora se tiene ha cambiado.

 

A fin de evitar la “Fatiga de Zoom”, se sugiere evaluar el uso de las videollamadas, ya que a veces se puede sustituir por otras herramientas o simplemente recurrir a otros métodos de comunicación como mensajes o llamadas telefónicas.

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